Fermín Cacho Celebra 25 Años Del Oro Olímpico con Bodegas Protos

Aunque parezca que fue ayer ya han pasado 25 años desde que el atleta Fermín Cacho obtuvo el Oro Olímpico en la final de los 1500 m en Barcelona 92. Eso fue el 8 de agosto de 1992, pero está muy presente en la retina de los españoles.

Fermín Cacho y Bodegas Protos han querido celebrar este acontecimiento especial con una proyección de este ansiado momento. En la presentación del acto, Cacho explicaba que casi se cae cuando se tocó con Jim Spivey. “Luego las piernas se me iban solas hacia adelante y cuando pasé por delante del podio, lo vi de reojo y pensé: sólo quedan 40 metros y estoy ahí arriba".

Tras recordar estas especiales imágenes, tanto el campeón olímpico, como la prensa especializada y los responsables de Bodegas Protos han brindado con un vino Protos 27. Hay que remarcar que este acto se enmarca dentro del conjunto de actividades que se desarrollarán por la organización de la carrera Ribera Run Race, que tiene lugar los 16 y 17 de septiembre, donde se unirá la tradición del vino y el deporte.                                           

Bodegas Protos unen tradición y modernidad. Desde 1927 funciona con la premisa de ofrecer la máxima calidad, convirtiéndose en icono altamente valorado en los mercados internacionales. La marca es conocida aquí y fuera de las fronteras por sus excelentes referencias en vinos.

Protos comercializa en 93 países de los cinco continentes. Gracias a sus nuevas instalaciones, de alta vanguardia al estar diseñadas por el prestigioso arquitecto ganador del Premio Priztker Sir Richard Rogers, es una bodega potente y moderna. Además puede presumir de ser la bodega más visitada de la Ribera del Duero y la primera a nivel nacional en obtener el certificado de “marca de excelencia” por el prestigioso organismo internacional Superbrands.

Hace 25 años que se celebraron los JJOO de Barcelona 92. Algo que supuso un hito para la ciudad y para todo el país que se abrió al mundo. Con estos Juegos Olímpicos, Barcelona vivió una época de esplendor y pudo darse a conocer a turistas y empresarios. La ciudad se transformó, con la construcción de barrios nuevos, como el Port Olímpic (lugar donde los atletas vivían en su estancia en la ciudad) y de los JJOO quedaron edificios tan destacados como el Palau Sant Jordi, ahora acondicionado para albergar eventos y conciertos.