La Importancia de Comprar Pescado Etiquetado

La etiqueta “Crianza de Nuestros Mares” permite diferenciar fácilmente el pescado que ha sido criado y capturado en nuestras costas. Y ello supone una garantía certificada que respalda el origen español del producto, y su frescura, ya que se trata de pescado que ha salido del mar tan solo unas horas antes de que llegue a los puntos de venta.

Gracias a ello, los consumidores lo tienen más fácil para comprar pescado de calidad. Desde la Asociación Empresarial de Acuicultura de España (APROMAR) indican que la cercanía y el tipo de producción permiten programar y acortar los tiempos.

Este distintivo asegura que es un pescado criado en nuestros mares, con los estándares más altos de calidad, control de seguridad e higiene y trazabilidad absoluta. Hay que pensar que España es uno de los países productores de acuicultura de referencia a nivel mundial, no solo por su respetuoso sistema de producción en lo que a sostenibilidad y cuidado de los fondos marinos se refiere sino, también, por la innovación y el respeto por el bienestar animal.

Este sello además ofrece que origen, frescura, seguridad, higiene, calidad y trazabilidad total de Crianza de Nuestros Mares están certificadas por Bureau Veritas, una entidad independiente que es líder mundial en servicios de verificación, inspección y certificación.

Y hay más, porque el etiquetado asegura la nutrición para los usuarios. Un estudio del Grupo de Investigación en Acuicultura del Instituto ECOAQUA en Las Palmas de Gran Canaria indicaba que  para cubrir los requerimientos de Omega-3 diarios bastaría con la ingesta de 120-250 gr de pescado de crianza, frente a los casi 600gr que serían necesarios en el caso de pescado salvaje.

En una granja acuícola, los peces tienen garantizado el aporte diario de alimento así como su calidad y seguridad. Por ello, el nivel de supervivencia medio durante el engorde en las granjas acuícolas está por encima del 80% y, además, los peces de granja tienen como mínimo hasta un 80% más de Omega-3 que sus homólogos salvajes».