El martes 24 de agosto, dentro del marco del II Food&Sun Festival, se celebró un concurso de espetos en la playa Venus de Marbella. Un concurso en el que seis espeteros profesionales participaron elaborando este manjar con distintos tipos de pescado, donde no faltaron las tradicionales sardinas.
El jurado, compuesto por expertos en gastronomía y espeteros de reconocido prestigio, decidió qué tres participantes eran merecedores de premio:
El primer premio, el Espeto de Plata (trofeo del certamen) junto con 3.000?, fue otorgado a Cristóbal Heredia, del chiringuito PepeŽs bar. El segundo premio (2.000?) se lo llevó Peeter Aaron, del chiringuito los 3 Pepes. Y en tercer lugar quedó Antonio Fernández, del chiringuito Paraíso del Mar (Estepona), que recibió 1.000?
En esta ocasión, además de las sardinas, y una pieza de pescado de mayor tamaño, los espeteros también fueron valorados por su creatividad, pudiendo elegir la materia prima que cada concursante quisiera para espetar.
Con esta acción se pretendía dar a conocer la profesión y sus secretos para no perder esta magnífica tradición que data del siglo XIX.
Alimento popular
El espeto es tradicional en la costa malagueña. Su nacimiento se desconoce, pero sí se sabe que a finales del siglo XIX se convirtió en un manjar para la alta sociedad que acudía hasta la costa para degustarlo. Hoy es uno de los platos más demandados en los chiringuitos de la costa malagueña.
En aquella época, los habitantes de la costa se dedicaban a la pesca. Eran personas de condición humilde y solían alimentarse de las sobras de la mercancía a la que llamaban "bastina". Los pescadores de la barriada marinera de El Palo aprovechaban los cañaverales que crecían en las playas para espetar sardinas, con la caña por debajo de la espina para que no se partiese. Las varas eran clavadas en la arena, inclinadas al fuego y a favor de la brisa. Actualmente este método se ha mejorado gracias a las barcas giratorias.
En 1882, en vista del éxito que tenía este plato entre las gentes de otras clases burguesas, Miguel Martínez creó el merendero la Gran Parada en Málaga. El establecimiento llamó la atención de los ciudadanos y viajeros que pasaban por la vía que circulaba en paralelo a la costa.
En enero de 1885 Miguel, al que se le conocía como "Migué, el de la sardina", recibió la visita del monarca Alfonso XII. Al observar cómo éste comía el pescaíto con cubiertos el famoso espetero le dijo: "Majestá, así no, con ló deó".
El mejor momento para disfrutar de este plato como dice el refranero "las sardinas, de Virgen a Virgen", se refiere a las festividades de la Virgen del Carmen (16 de julio) y de la Victoria (8 de septiembre). Por tanto la época estival es la mejor para disfrutar esta tradición.
Buscadora de cosas ricas, ya sean desayunos, comidas o meriendas. Por los Madriles y alrededores. Y productos. Que no todo es salir, a veces cocino en casa.
Se formó en la escuela de hostelería de la Casa de Campo en Madrid del 1992 al 1995. Tras graduarse empezó su trayectoria profesional como 2º de cocina en el restaurante Paradis (1995-1997).
Cocina Hermanos Torres is accoladed with two stars by Guide Michelin, a maximum three Repsol Suns by the most important Spanish dining guide and a green Michelin star for their sustainable efforts.
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