Pasta Fresca con Tomate Y Albahaca

Son muchas las formas que existen de cocinar la pasta, un producto que se adapta perfectamente a casi cualquier tipo de ingrediente que le añadas ya sea carne, pescado, verduras o como viene siendo habitual en esta época del año combinándola con diferentes tipos de brotes de lechuga para hacer de nuestras ensaladas un plato más contundente.

No sé a vosotros pero a mí personalmente los platos frios en verano me entran de maravilla pero hecho en falta algún que otro plato caliente en mi paladar. En concreto la pasta  tiende a ser un plato que resulta muy empalagoso y engorroso de comer en caliente. Uno de los grandes errores que pueden cometerse, es la de añadirle una barbaridad de ingredientes para que "tenga más sabor" o "no quede sosa".

Desde aquí os propongo una receta que rompe con el mito de que el plato de pasta en verano no entra bien por el calor. Una receta que a pesar de sus escasos ingredientes, está repleta de sabor y es muy sabrosa. En conreto hablo de la pasta con tomate y albahaca, una clásica receta italiana que os animo a que realicéis en vuestras casas sin complicaros más la vida.

PASTA CON TOMATE Y ALBAHACA

Ingredientes para dos personas

• 300 gramos de pasta fresca
• 1 bote de tomate entero pelado
• Albahaca fresca
• Calabacín
• Cebolla
• Ajo
• Cayena (opcional)
• Queso parmesano rallado (opcional)
• Aceite
• Sal

Elaboración

En una cazuela añadimos el ajo, la cebolla y una cayena (opcional) picadas y lo sofreímos a fuego lento hasta que coja color. Posteriormente añadimos el tomate entero pelado ya previamente troceado y dejamos reducir. Pasados 5 minutos, añadimos a la misma salsa de tomate la pasta fresca y dejamos que se cocine durante otros 5 minutos más (generalmente es el tiempo que necesita la pasta fresca para cocinarse, no obstante ante la duda mirar el prospecto del paquete). Para finalizar esta receta, troceamos un calabacín en láminas, las cocinamos a la plancha y lo añadimos a la receta juntos con unas hojas de albahaca. Dejamos reposa para que coja bien todos los sabores y lo servimos en caliente con un poquito de parmesano rallado por encima.

Veréis que el resultado es una pasta ligera y repleta de sabor que no podrás dejar de comer ni siquiera con el calor del verano,