Nadie es ajeno a la fama del gran Leonardo Da Vinci. Y a pesar que se aceptan sus aportes a las artes, como a la ciencia; muy pocos conocen su libro de cocina, llamado Códice Romanoff. Se ha dicho, con insistencia, que se trata más bien de un libro de notas, que consideraba importante debido a que fue un apasionado de la cocina, en la que no sólo preparó banquetes para nobles, sino que se preocupó por crear recetas para la gente pobre.
Se puede decir, que además de crear normas para el buen comer, se ocupó de inventar utensilios para la cocina; recuérdese que, se dice, inventó el tenedor de tres dientes, que facilitó el consumo de algo tan divino como espaguettis, que gracias a su creatividad, mucho tiempo después se convirtió en un verdadero manjar nacional italiano. Su preocupación por modales en la mesa fue tan evidente que buena parte de su tratado se lo dedica a lo que el consideraba como socialmente aceptable a la hora de comer. Se sabe que en su época era normal tomar los alimentos con las manos y, muchas casas reales, utilizaban animales vivos para que los invitados secaran sus manos en la piel de los mismos.
Se ha dicho que la admiración del gran artista por la cocina, provenía no sólo de su creatividad impulsiva sino de esa intención de sumar cambios a toda disciplina en la que se involucraba, aunque la crítica posterior lo considera un vegetariano muy tolerante. Esto lo condujo a explorar distintas facetas del oficio: fue mesonero, jefe de cocina de un lugar llamado Los Tres Caracoles, en las cercanías del puente Vecchio de Florencia, y más tarde socio de Sandro Boticcelli, en un comedero que no tuvo un final feliz.
Leonardo Da Vinci es el exponente de un arte y una técnica llevados a límites insospechados, no solo en su tiempo, sino aún en nuestros días.
Él es autor de La última cena, donde quedó reflejado, más que las interpretaciones, hoy de moda, que hace el escritor del Código Da Vinci, el culto superlativo que el gran artista sintió por la gastronomía.
2 COMENTARIOS
begoñitos colección
15/03/2016 | 15:19 ¿Estáis de broma no? El Códice Romanoff nunca existió. Es un divertimento escrito por dos historiadores: Sí que es cierto que Leonardo tuvo una taberna, pero jamás escribió tal libro de notas.
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Marissa
15/03/2016 | 15:19 MI TATARABUELO ME DEJO UNA COPIA DE UNA HOJA DE ESE LIBRO, PROQUE SU SUEÑO ERA QUE UN MIEMBRO DE SU FAMILIA FUERA CHEF Y HASTA AHORA YO SOY LA UNICA. POR LO QUE DE TODO LO QUE EH ESTUDIADO E INVESTIGADO ME HE DADO CUENTA DE QUE LEONARDO DA VINICI ES EL PADRE DE LA GASTRONOMIA... Y TE PUEDO CONFIRMAR QUE ESE LIBRO LO ESCRIBIO ÉL
Buscadora de cosas ricas, ya sean desayunos, comidas o meriendas. Por los Madriles y alrededores. Y productos. Que no todo es salir, a veces cocino en casa.
Se formó en la escuela de hostelería de la Casa de Campo en Madrid del 1992 al 1995. Tras graduarse empezó su trayectoria profesional como 2º de cocina en el restaurante Paradis (1995-1997).
Cocina Hermanos Torres is accoladed with two stars by Guide Michelin, a maximum three Repsol Suns by the most important Spanish dining guide and a green Michelin star for their sustainable efforts.
Incluir en su carta recetas de nuestros mayores, revisadas con su instinto creativo, conservar los sabores y comidas de nuestra huerta y de cocinar con productos tradicionales, le ha servido para convertir a Almoradí en un referente comarcal a nivel gastr