Por Quique Rodríguez
Olé Lola se propuso hace más de un año reinventar el concepto tradicional de tasca, pero no de cualquier forma, sino con un auténtico bombardeo de estímulos desde que cruzas la puerta de su local, un espacio nada convencional lleno de detalles donde se mezcla lo más cañí con lo cosmopolita, la tradición con la modernidad.
Original y tremendamente provocador Olé Lola nació entre las madrileñas zonas de Chueca y Alonso Martínez apostando por un nuevo concepto de local, un singular espacio tasca&chill con una estética y decoración rompedora y a simple vista protagonista, pero que gracias a su apuesta gastronómica acompañada del mundo de la coctelería se ha convertido en un verdadero tributo a la cultura tradicional de la tapa española y al cóctel, todo en un estimulante espacio del grupo MobyDick. Un espacio multiusos adaptable a la necesidades del local, con zona de barra con mesas altas donde poder tomar durante la tarde un cóctel o una cerveza y picar algo, y se combina con una zona chill-out y un comedor para cenar, también un espacio único para cenas de grupo sobre una impactante mesa hacen de este lugar algo novedoso.
Encontramos un ambiente agradable y diferente en un local que por mi parte ya podemos considerar también entre las mejores coctelerías de la capital capitaneada por uno de los grandes, Miguel Setién, con el que charlaremos próximamente y el cual ha diseñado una carta con mimo, gusto y delicadeza, un profesional que se interesa por tus gustos y con quien es todo un privilegio y honor dejarse llevar y ponerse en sus manos para disfrutar de verdaderas joyas de sabor y color.
En Olé Lola el gran revolcón culinario llega de la mano de su chef Jesús Pedraza, que reinterpreta las tapas de toda la vida con originalidad y gran presentación, una fusión de producto y tradición impecable. La simpatía y estilo de Pedraza y su equipo son determinantes para convertir las tapas más castizas y tradicionales de los antiguos recetarios en algo divertido y distinto. Gran técnica y espléndida presentación desfilan a lo largo de su carta de tapas y raciones, con una formidable tarjeta de presentación con su menú degustación a un precio muy moderado y que recomiendo.
En éste encontramos 8 platos que van desde una impresionante berenjena frita con salmorejo cordobés, pasando por sus ya famosas mini hamburguesas de pollo y foie o unas vieiras gratinadas, para terminar con un pincho moruno de cordero, todo esto acompañado si se desea de la coctelería de Miguel Setién, donde convierte la duda de un menú con cócteles en un verdadero acierto. Mucha variedad de platos donde elegir y, sinceramente, todos de gran nivel.
La “sorta de langostinos para que los mojes en salsa de coco y gengibre” nos la enseña a cocinar Jesús Pedraza y “los arenques del gordo”, arenques marinados, con guacamole y reducción de fruta de la pasión son espectaculares y, en mi opinión, deben volver a la carta si en algún momento se fueron de ella.
Magníficos son los arroces melosos, que se ofrecen en carta durante todas las noches entre semana y que cuentan con su verdadero protagonismo los fines de semana a mediodía en horario especial para convertir el aperitivo en algo diferente acompañado del mejor flamenco. Si "La Lola" nos ofrece todo esto, para los más golosos también se pone dulce y nos presenta 4 o 5 postres donde un risotto de chocolate con helado de coco, para terminar, me impresionó.
Fotos: Jesús Peña
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Entrevista a Jesús Pedraza:
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Pedro Manuel Collado CruzLa cocina para mi es producto bien tratado sin enmascarar sus sabores, cocina de verdad de antaño con un toque diferente 1 receta publicada |