La medalla de oro de la Feria, las palabras tan laudatorias del presidente Johnson, ser definida como “La joya de la Feria” por la revista Life, y tantas otras distinciones se referían al continente y contenido del Pabellón español. Pero hay una para distinguir al arquitecto; el Primer Premio del Instituto de Arquitectura Americano.
Javier Carvajal, al que en un titular de un reportaje dedicado a él le definían como “el arquitecto HUMANISTA” es un referente imprescindible de la arquitectura española del siglo XX.. En ese mismo reportaje lo definían como “Racionalista y moderno en la que sus proyectos –oficinas, centros educativos y religiosos, edificios, viviendas…- se caracterizan por no tener ni un rincón desaprovechado”. Y eso lo aplicó perfectamente en el Pabellón Español.
El mismo Carvajal se definía “los arquitectos somos humanistas al servicio del hombre, al que queremos hacer feliz. Si sólo fuésemos técnicos o artistas nos quedaríamos mancos”
Alberto Campos Baeza definió su estilo. “Tenía una pasmosa habilidad para articular espacios, para engarzarlos, como los arquitectos de la Alhambra que el tanto admiraba supieron hacerlo”. Y eso se refleja perfectamente en el Pabellón de España y en una de sus obras más representativas, la casa que construyó para su vivienda en Somosaguas.
Hay quien le definió como genio precoz. En 1955, apenas ganada su carrera gana un concurso muy importante en Barcelona. En 1965, con 39 años, obtiene la Cátedra de Proyectos en la Escuela de Arquitectura de Madrid “Sáenz de Oiza se retiró porque se presentaba el joven y brillante Carvajal”.
En los 60 revolucionó la arquitectura comercial con el diseño integral de las tiendas Loewe. “Recuperó la artesanía, la tradición, la sobriedad, el lujo de los materiales”, en palabras de Enrique Loewe.
El espíritu que se quería transmitir en la Feria Mundial de Nueva York era el del Descubrimiento. Y de ahí las dos estatuas que se colocaron en el exterior del Pabellón. La de Isabel la Católica, obra de José Luis Sánchez, que sostiene en la mano una granada abierta. Precisamente la granada, que fue añadida al escudo por los Reyes Católicos, después de la conquista de Granada, fue el anagrama en la Feria. La otra fue la de Fray Junípero Serra, que fundó nueve misiones en California, y presidió otras quince, obra de Pablo Serrano.
El papel del mundo diplomático español fue fundamental para el éxito. Comenzando por el ministro de Asuntos Exteriores, José María Castiella, sin el cual el proyecto no hubiese salido adelante. El primer acto a favor de la imagen de España fue el de Manuel Aznar Zubigaray, representante español permanente en las Naciones Unidas.
Aznar fue una simbiosis entre información y diplomacia. Con una larga trayectoria, valga recordar un par de datos, Presidió la Asociación de la Prensa de Madrid y la FAPE. Destacado corresponsal de guerra. Dirigió y presidió la agencia EFE. Dotado de una habilidad oratoria notable que seguro que le sirvió para poder reunir a un centenar de representantes de diferentes países ante las Naciones Unidas en un almuerzo de gala en el Pabellón de España el 6 de julio de 1964.
La llegada tuvo un acto simpático que a nosotros nos resulta, o resultaba, familiar; la presencia de la tuna, concretamente de Madrid. Y el lanzar la capa al paso de las damas. Hubo que explicarles el significado, claro.
Durante unas horas, posiblemente, se hizo una labor de divulgación de la imagen de España, muy superior a la de meses o años anteriores. En primer lugar el almuerzo fue un éxito rotundo, tanto en lo referente al aspecto gastronómico como el de servicio y atención. Al frente de todo estaba elhistórico Clodoaldo Cortés (Rte. Jockey). A lo que se añadió un recorrido por el Pabellón en donde se reunían obras maestras de nuestra pintura, que comentaremos en el próximo capítulo, y muestra del pasado, presente y futuro de España.
Y concluyó la misma con una actuación en el teatro, con una capacidad para 900 plazas, y que fue otro de los puntos importantes de la acción de promoción española. En ese teatro se había celebrado un par de meses antes un desfile de moda, que tuvo mucha repercusión mediática.
Dentro de ese espíritu del Descubrimiento, también estaban expuestos, entre otros testimonios históricos procedentes de Granada, el testamento de Isabel la Católica
En el lago de la Feria estaba una réplica de la Santa María, que fue muy visitada. Una de ellas fue la de un grupo norteamericano de una asociación de Florida, vestidos con los uniformes españoles de la época
NO OS PERDÁIS EL SIGUIENTE RELATO. EL PABELLÓN DE ESPAÑA EN LA FERIA MUNDIAL DE NUEVA YORK 1964-1965 (4). ESPAÑA ABRIÓ SUS PUERTAS AL MUNDO