Se trata de una costilla de cerdo elaborada a baja temperatura, con sus propio jugos y salsa hoisin; que conforma un trampantojo con un hueso elaborado a base de yuca y presentado sobre una pequeña barbacoa que, sobre brasas de carbón, adquieren matices ahumados.
No cabe duda que Hondarribia y sus pintxos gustan, y mucho, en el Concurso Nacional de Pintxos, y que ha hecho que Gran Sol siga haciendo grande su propia leyenda, alzándose con este premio absoluto, el único que le quedaba en su palmarés, tanto a nivel general como en el que se celebra en Valladolid en donde había logrado todos los premios.
Gran Sol de Hondarribia es el bar de toda España que más premios ha conseguido en este certamen, siendo una referencia nacional en el mundo de la cocina en miniatura. En 2006 se alzaron con el título de Mejor Pintxo Tradicional con su “Tosta de bacalao ahumado con foie, pimiento del piquillo y dulce de melocotón”, que figura en su carta en la actualidad con el nombre de “Hondarribia”. En 2009 repitieron el mismo galardón en la categoría de Mejor Concepto de Pintxo por su “Juego de verduras en una bruma del Jaizkibel”. En 2010, de nuevo se hizo con el título al Mejor Pintxo Tradicional con “Huevo al oro con migas de pastor y chipirón”. En 2018, se alcanzaron el subcampeonato absoluto de España con “Txerribeltz”.
El segundo premio fue para “Kojaz”, de Javier González de Los Zagales de Valladolid, y el tercer puesto lo ocupó
un “Falso Nigiri del Mediterráneo”, de Aitor Martínez Ros de Can Ros de Burriana en Castellón.